Origen de la bendición de vehículos y de la dedicatoria de las misas de la novena a la Santísima Virgen de los Remedios Patrona de Sanabria, a los camioneros y conductores en ruta, durante la romería de octubre
Nos ha llegado a través de la tradición oral, que en los años 50 del siglo pasado, un camionero que cubría habitualmente la ruta Madrid-Vigo-Madrid y que también habitualmente paraba en el cepillo que la Santísima Virgen de los Remedios tiene al pie de la N-525 a su paso por Otero de Sanabria, contaba emocionado, como una noche desapacible y brumosa del mes de Noviembre, una de tantas noches de las que circulaba por esa carretera con su camión, le venció el cansancio y se quedó dormido al volante en el tramo Otero de Sanabria- Mombuey.
Nos dice también la tradición oral, que este buen hombre, curtido en la dureza de una profesión como la suya, tenía los ojos arrasados de lágrimas, al relatar que sólo recordaba con certeza haber recorrido un par de kilómetros desde la salida de Otero, después de haber parado brevemente en el cepillo a rezar una Salve a la Santísima Virgen. Y que lo siguiente de lo que era consciente, fue despertarse sobresaltado en la cabina de su camión, en marcha, varios kilómetros más adelante.
Para él era algo totalmente inexplicable, que el camión que circulaba cargado sentido Madrid, no se hubiera salido de la calzada ni colisionado con nada ni con nadie, en plena noche, en todo ese trayecto en cuyo trazado se suceden rectas y curvas. Paró el camión en el arcén todavía aturdido y besó instintivamente la estampa con la imagen de la Santísima Virgen de los Remedios, que llevaba siempre en la cabina. No tenía ninguna duda, de que había sido ELLA, la que había evitado que esa noche tuviera un accidente.
Y así lo relató luego profusamente, tanto en el pueblo de Otero como en su entorno familiar y de trabajo. De suerte, que desde entonces y en agradecimiento, se decidió ofrecer las 9 Misas de la Novena previa a la Romería de los Remedios, que se celebra anualmente el primer domingo de Octubre, además de por todos los devotos, también por los camioneros y conductores en ruta. Y se implantó el acto de la bendición de vehículos, bajo la protección de la Santísima Virgen.
Lamentablemente no nos han llegado datos más concretos de este suceso, que lo que aquí hemos relatado. Para nosotros, más que suficiente, habida cuenta de los muchísimos favores que los fieles y devotos de la Santísima Virgen, han recibido por su intercesión a lo largo de los siglos y que lamentablemente no se han documentado.